jueves, 25 de marzo de 2010

SILUETAS

Quiero compartir con ustedes un breve cuento de mi autoria. Espero lo disfruten...

Dos campesinos salieron del pueblo una tarde para adentrarse en la montaña. Una intensa luz naranja pintaba el paisaje, una manada de loros surcaban el cielo con silbidos agudos que llenaban el ambiente de ecos desatados. Llevaban provisiones para varios días, la carga era pesada y el camino largo. Caminaron por un sendero claro con olor a tierra mojada, cuando cayo la noche prendieron fuego y guindaron sus chinchorros en dos árboles de aquel monte tupido. Mientras calentaban la comida, en aquel fogón improvisado, uno de ellos recordaba a su mujer. Su cara hablaba de añoranza. Un cielo especialmente despejado y lleno de un sin fin de estrellas acompañaban aquellos pensamientos. Muy pronto terminaron la faena y cayeron en el más sereno de los sueños.
De repente, un fuerte y desgarrante alarido se escucho a lo lejos. Los dos hombres brincaron exaltados de sus chinchorros y se miraban a la cara con una expresión que no disimulaba el miedo que les corría por todo el cuerpo. Solo se escuchaba el cantar de los grillos y la respiración acelerada de aquellos dos seres. Ese espacio de silencio fue roto con un grito inusitado y violento de unos de ellos:
“Busca la escopeta que esta en el lastre”
“Búscala tú que yo de aquí no me muevo”
Sus rostros reflejaban terror. Pasaron varios minutos inmóviles, sudorosos, eran como dos estatuas cautelosas ancladas al piso. De repente y de manera simultánea los dos corrieron en busca del arma.
“Yo creo que el ruido vino de aquél matorral” dijo uno de los campesinos… Su voz era entrecortada y sus pasos eran firmes.
Los dos caminaron en dirección de aquellos arbustos densos, oscuros. De pronto los árboles a su alrededor se convertían en hermosas mujeres sin rostro, eran siluetas que mostraban cuerpos de proporciones perfectas.
Los dos campesinos nuevamente se quedaron paralizados ante aquel espectáculo mágico que sucedía. Las ramas de aquellas arboledas se convertían en brazos y los troncos tenían formas femeninas que hablaban de fecundidad y que se movían en un baile sinuoso, bucólico, apasionado. Aquello que pasaba les parecía un sueño. Sus mentes dejaron de actuar y paso seguido se dejaron llevar por la seducción de aquellas imágenes, de aquellos vientres seductores… Corrieron desesperados en dirección de aquél mágico llamado.
Está amaneciendo. Se escucha el cantar de los pájaros, las flores silvestres amanecieron bañadas en un rocío que abrillanta aun mas sus vivos colores.. El paisaje luce encantador. En el fondo de un barranco yacen dos cuerpos sin vida.. Todo parece normal en la Montaña encantada… Pocos conocen su salvaje belleza, en el pueblo dicen que el diablo habita en ella…

5 comentarios:

  1. Muchas imágenes, me gustó. Buena narración de verdad. Realismo mágico puro.

    Chiri

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  2. Muy buena narración. Muchas imágenes. Realismo mágico puro. Me gustó. Y quiero más.

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  3. Me dejaste con ganas de conocer otras historias de esas siluetas.....

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  4. Las comunalidades de nuestra jerga Venezolana me hicieron sentir q estaba inmersa en este fantastico cuento de realismo magico...

    excelente narracion, buen detalle sin aburrir, corto pero contundente... de verdad muy bueno

    Gracias por cinco minutos de escape...

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  5. Cielos!!!, LUIISssssssss, como has avanzado. te felicito no se de cuentos como para hacer críticas, lo que si se es que me gustó mucho, felicidades.. MUUUUUUUAC

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