viernes, 4 de junio de 2010

Una Carta de Amor


Estoy con deseos de conectarme con ese lado romántico y quizás hasta cursi de mi vida. Pienso que nunca podré evitarlo y a través de la escritura han sido muchos lo momentos que han encontrado asidero en esta herramienta de expresión. Hace algún tiempo envié para un concurso llamado “Cartas de amor” un escrito que me gustaría poder compartir en el blog. A lo mejor ahora lo contaría de manera distinta, quise rescatarlo tal cual lo escribí; en su momento tuvo mucho significado para mí, hoy en especial también lo tiene. Espero lo disfruten.


Hola… quizás esta carta no tenga mucho sentido; pero es una manera de sentirme más compenetrado con eso que me generas. Sé que nunca tendré una respuesta de retorno, pero aún así estoy dispuesto a decirte desde mí adentro todo esto que significas para mí.
A veces me pregunto cómo verdaderamente llegaste a mi vida y te convertirte en ese motor que nutre de energía todo mi ser. Sí muchas veces me pregunto en qué momento me hiciste participe de tu magia, de tu dependencia, de todo eso que me generas y que ni siquiera con palabras logro definir. Siento que estás conmigo desde el mismo momento que atravesé ese túnel de luz cegadora que me puso en contacto con la vida en este mundo de realidades. En ese instante vestías con un traje diferente al que acostumbras ahora, era un traje maternal, muy ajeno al de esa pasión y esa sexualidad que desbordas en esta parte de mi vida. Aún así siempre pienso que esa ha sido tu aparición más contundente e inalterable.
Nuestros primeros contactos fueron de un color suave, de tonos pasteles muy vinculados a mi origen y a mí sangre. De manera sutil, eso me permitió dar los primeros pasos sintiéndome pleno, seguro, protegido y sobretodo me hizo conocerte desde una perspectiva ingenua, poco contaminada. Es cuando recurro a esos momentos cuando logro distinguir la manera en que puedes tener tantos matices y tantos colores. Es cuando también logro darme cuenta cómo puedes tener la versatilidad de generar tantas alegrías y sonrisas pero a la vez también puedes transformarte en tanto dolor.
Aún, pese a los años, recuerdo aquél día que apareciste para dar inicio a eso que vinculó cuerpo, alma, espíritu y corazón y que le dio una dimensión muy distinta y desconocida a mi sentir por ti. Fue en aquel lugar secreto, en medio de una noche anticipada, sobre el vaivén sensual de un chinchorro. Fue tan fácil permitir amarnos, solo importaba descubrirnos en las mas desnudas de las intimidades y ofrecernos ser alegría en el existir de nuestras vidas. Hasta una melodía de moda para ese momento hicimos nuestra y como decía parte de su letra le dimos a la luna de que hablar. Fue una noche maravillosa y permaneciste allí muchos años, años inolvidables, años de un matiz puro, fiel y muy espontáneo; para luego sentir que te perdí. Sí te saliste de mi vida, te transformaste y no me di cuenta del porque. Allí conocí tu primera cara triste.
Paso un buen tiempo para sentir que estabas de nuevo, fue un tiempo de muchas vueltas donde los tropiezos estaban presentes de manera constante. Apareciste con un traje demoniaco esta vez, cargado de sexo y de mucha pasión. El tiempo fue breve, pero no por eso dejo de ser intenso, tanto como el dolor que genero tu nueva partida. Tu rostro estaba en otros rostros tu cuerpo y tu aroma en otros cuerpos pero era solo parte de esa fantasía mental que solo podía llamarse obsesión. Más tarde me di cuenta que solo llegaste a invadir mi tranquilidad y como solían decir mis querencias eras solo una imagen magnificada cumpliendo con esa premisa de que tu sueles cegar
Siguió pasando el tiempo, tiempo de descubrimientos. Una noche apareciste de nuevo, tu traje era de alegría, tu carta de presentación una sonrisa. Le pusiste música a mi vida, le diste sabor a mi existir, pero por sobre todas las cosas me impulsaste para despegar el vuelo hacia mi verdadera autonomía. Nuevamente fueron años de un compartir donde la convivencia era la clave de nuestro crecimiento. Esta vez me sentí más maduro, más consciente. Quizás el destino, quizás una realidad que nos rodeaba, pero nuevamente me vi sin ti en la más compleja de las situaciones. Fue una despedida donde mi vida parecía partir junto contigo. Qué manera de adueñarte de mis pensamientos tienes, es como si me mantuvieras en un estado de compleja inconsciencia y de constante vulnerabilidad.
Tu nueva entrada no tardo mucho hacerse presente, esta vez llegaste para darme ilusión y sobretodo la sensación de sentirte como fuente de inspiración y aprendizaje. Qué manera más hermosa tuviste de seducir mi querencia. Qué manera más sutil tuviste de hacerme sentir el ser más importante para ti en ese momento. Qué manera de generar dependencia de ti, pero sobretodo que manera también de sentir perder mi esencia, quizás logrando con eso que se perdiera también tu interés en mi. Tu nueva partida inesperada y sobretodo cargada de misterio fue dolorosa y termino en un cuadro que amerito ayuda profesional. Me hiciste mucho daño esta vez, pero también me permitiste madurar y reencontrarme de nuevo a mi mismo en un encuentro de dimensiones verdaderamente trascendentes.
Ahora estas de nuevo, que manera tan inesperada y diferente tuviste de llegar. Sabes siento mucha realidad en este encuentro, mucha plenitud, crecimiento, pero por encima de todo siento mucha paz, mucha libertad y mucho contacto con mi verdadera esencia. Ojala puedas quedarte el tiempo preciso, ese tiempo que no conoce de agotamiento, que no conoce de engaños a nosotros mismos; ese tiempo que sólo conoce y se contacta con esa energía mágica del sentir que lo genero; ese tiempo que guarda una completa concordancia con el afuera y con el adentro de eso que somos.
Sería muy injusto no decirte también que has tenido una manifestación a lo largo de mi vida representada en un sin número de seres que día a día le dan color a mi vida. Quizás es tu presencia más pura, no conoce de pasión carnal. Pero si conoce de pasión emocional de fidelidad a toda prueba…. Por eso te vuelvo a repetir que maravillosa manera tienes de colorear mi vida….
Ahora que creo tener un poco de dominio de de tu mágico misterio quiero dedicarte esta carta… a ti, el sentir más irreverente y complejo de mi existir…. A ti, eso que llamamos amor….
De tu mas eterno enamorado…….

LUIS ALBERTO QUINTERO

1 comentario:

  1. Me encantó cuando la escribiste y cada vez que la leo.... me sigue encantando!!!

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